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Has venido a vivir, esa metáfora,
que suma la ilusión de voluntad;
soplaste la ceniza que clamaba
buscando su razón diferencial.
El dios efímero o tu tiempo extraño
constituyen respuestas claudicantes;
el polvo es polvo, mas forja diamantes
con las presiones vivas de los daños.
Vienes a descreer de los preceptos,
caminando el camino del poeta;
tus pasos crearán palabras nuevas,
que han de yacer mañana en los cuadernos.
Perderás la fiel voz y harás un gesto
–cobra nuevo sentido la metáfora–;
vano será el intento de pretexto,
y en la cruz el consuelo de una lanza.