Etiquetas

Mi memoria borracha… tus recuerduchos:

ya no quiere tenerte bajo mi piel;

ya no quiere escucharte si no te escucho;

ya no quiere tocarte cuando no estés.

Mi memoria embriagada no encuentra amigos:

cada bar que me pisa esconde tu pie;

cada botella llena me ve vacío;

cada trago me escupe: ya te avisé.

Mi memoria silvestre no teme al frío:

latitud de sol bajo, en la sombra fiel;

un estriptis del alma cuando me río

y en mi labio ceniza que no quemé.

Mi memoria es tan mema que no te olvida:

rastrear tu presencia… ¡es querer crecer!

Hábito de nostalgia más que de vida…

Ha llegado el momento de volver a beber.