Publicado originalmente en http://delicias.deigualaigual.net/489/huelga-decir-8m-y-sus-contratiempos-institucionales
Ayer por la tarde participé en una divertida conversación que recomiendo a cuantas personas aún tengan fe en el ser humano. O quizá no, tampoco vamos a ponernos en plan malvado.
Pero al menos pongámonos en antecedentes, que siempre parece que ayudan a crear misterio.
Imaginemos una convocatoria de huelga, en este caso una huelga feminista para el 8 de marzo, apoyada, entre otras, por asociaciones de estudiantes y de docentes. Añadamos a esto un Instituto de Educación Secundaria, ya que hemos mencionado la educación, y llamémoslo Emilio Ferrari, de Valladolid. Pueden aparecer en nuestra historia unas cuantas estudiantes de diversos Ciclos Superiores de Formación Profesional que se reúnen desde hace unas semanas en los recreos de ciertos días para organizarse y difundir material informativo acerca de la huelga. ¿Todo bien hasta ahora? Pues prosigamos, a ver si desvelamos algún hecho extraño.
El pasado jueves 22 de febrero se decide pedir permiso para colocar unas octavillas donde «nos lo permitan, preferiblemente en un lugar visible, claro». Permiso concedido tras la lectura de las octavillas, que al parecer no debían contener nada más grave que información, y fijación de las mismas en las paredes y columnas del vestíbulo.
–«¿Cuál es el problema, entonces? ¿Es que acaso quieres tomarnos el pelo? ¡O te pones al lío o aquí lo dejo, que tengo cosas importantes que hacer!»
–De acuerdo, yo también entiendo que ahí debería haber terminado todo, pero vamos allá, a ver cómo se desarrollan los acontecimientos posteriores. Sigue leyendo